viernes, 23 de agosto de 2013

Mi otro yo - cap. 10



-10-

Nata encendió las luces del escenario anunciando así el inicio de las audiciones de teatro. Paula fue la primera en entrar, subiendo decidida al escenario para mostrar una versión de Romeo y Julieta, como en la ensoñación de un niño pequeño encerrado en un orfanato en condiciones de vida poco saludables.

La presentación tuvo gran impacto en sus compañeros, pero sobretodo en Marta, quien se suponía debía subir tras ella a escena y se veía sin actuación.

-          ¿Tatiana Faceless? – Llamó Nata siguiendo la lista de inscripciones

Marta dudó unos instantes, pero finalmente se dispuso a subir las escaleras, improvisó un pequeño monólogo explicando que la actuación había sufrido cambios debido a un pequeño contratiempo (palabras textuales). Aunque era cierto, dado que ella había preparado también una adaptación de Romeo y Julieta, lo tomaron como un monólogo en clave de humor y aplaudieron y rieron, halagando sus dotes dramáticas.

Acabadas las audiciones, Nata reunió a un total de 16 actores y actrices en su taller de teatro. Entre los cuales se encontraban Paula, Ari, Héctor, Dani y Amanda, que ya se conocían de la primera clase con Nata; Tati, a la que también conocían todos; y otros 10 alumnos de último curso que habían presentado una audición en grupo. Se presentaron como Ricardo, Sheila, Esther, Hugo, Marco, Estrella, Luis, Alex, Guiomar y Víctor.

Quedaron todos al día siguiente para empezar a preparar una actuación, pero Tati, Ari y Paula aún tenían cosas que decirse, así que se quedaron por orden de Nata a arreglar sus diferencias, sus palabras fueron exactamente: “somos un equipo, así que los problemas personales que tengáis, los dejáis fuera de este escenario”

-          ¿Qué te pasa conmigo? Creí que estaba todo arreglado – rompió el hielo Marta
-          Contigo nada, mi problema es vuestra actitud
-          Oye, la que ha venido de mal rollo has sido tú, esta y yo solo estábamos charlando y tú te has puesto a exigir privilegios.
-          Mira, Ariadna, lo que yo he visto ahí dentro no era precisamente charlar
-          Paula, déjame explicarte…
-          No, Tati, no hay nada que explicar. ¿Ese es el problema, que nos has visto besarnos?
-          Ari, no creo que sea momento de…
-          No Tatiana, tiene razón, ese es el problema.
-          ¿Y qué es exactamente lo que te molesta? ¿Que seamos dos chicas o que sea con ella?

Ari y Paula a punto estuvieron de llegar a las manos, pero Marta se puso entre las dos tratando de frenar aquella batalla que no entendía de dónde había surgido.

-          BASTA!! Primero, tú – señaló Marta a Ari – deja de hablar de besos, ambas sabemos lo que ha pasado y no creo que deba pasar de nosotras dos. Y tú – se dirigió esta vez a Paula – No te he hecho nada, no entiendo por qué me odias, ni tengo que darte explicaciones, pero podemos hablar, las tres – miró a ambas intensificando así sus palabras – ahora somos un grupo, nos guste o no, y a mí personalmente no me disgusta si podemos hablar las cosas antes de gritarnos.

A medida que acababa su frase, fue bajando el tono y relajando los brazos, que tenía estirados sujetando a ambas por la barriga, en un intento desesperado de alejarlas la una de la otra. Paula y Ari que hasta entonces habían permanecido también en tensión, relajaron su actitud y se sentaron en una mesa a dialogar.


Llegó el día siguiente y las tres habían descubierto que tenían muchas cosas en común, por lo que habían tirado las armas, dispuestas a ayudarse si era necesario.

Al acercarse al grupo de compañeros, descubrieron que Alex había presentado una obra propia “Un muerto en el armario”, como propuesta a su actuación de fin de curso. Nata estaba leyéndola mientras Alex explicaba a los demás sus ideas sobre el decorado, efectos de sonido, vestuario…

-          No se hable más, si nadie se opone, empezamos con el reparto ahora mismo.
-          Nata, yo quiero ser Cristal – apuntó Esther
-          Y yo Tori – añadió Estrella
-          Pues si se puede elegir así, yo me pido a Rojo – alegó Dani

Natalia miró a Alex delegando en él la selección de actores, este se colocó su gorra y decretó:

-          A ver, chicos. Yo tengo unas propuestas sobre el personaje que debe interpretar cada uno, propongo que los reparta yo y si hay pegas lo sacamos a debate…
-          Chévere, vos dirás
-          Bueno, empecemos por ti Héctor, tenía pensado que representaras a Fer, el barman
-          Por mí correcto.
-      Perfecto, tú Dani has elegido a Rojo y creo que es un papel hecho a tu medida, todo tuyo. – Dani asintió contento y Alex continuó – Estrella, pensaba darte el papel de Cristal y a Esther el de Tori, pero si os gusta más así os los cambio, no hay problema.
-          Entonces yo soy Tori, ¿verdad?
-          Eso es, Estrella.
-          Genial, y yo Cristal. Gracias, Alex
-          No hay de qué.

Así siguió dando los papeles, hasta que solo quedaban los dos personajes principales para Paula y Tati.

-          Así pues, nos queda Paula como Manco y Tati como Silva.
-          Espera, ¿por qué se quedan ellas con los protagonistas? Yo llevo más tiempo actuando
-          Lo sé, Ricardo, pero son personajes femeninos.
-          ¿Y Guio y yo?
-          Sheila, tú estabas contenta con interpretar a Ta
-          Sí, pero no pensé que fueras a darles el papel a ellas
-          Oye, Alex, a mí no me importa, si Sheila lo va a hacer mejor, que lo haga ella…
-          No es necesario Paula. Una pregunta, chicos. ¿Acaso soy el único que se ha quedado impresionado con sus actuaciones? Ayer todos estabais de acuerdo en que Tati y Paula lo harían genial en los escenarios y merecían un buen papel, ¿o no?
-          Sí, pero….
-          Ni peros ni nada, Hugo. Yo estoy con Alex
-          Ya, Marco, pero es que a ti te toca el más gracioso…
-          Y a ti el que más aparece en escena, así que no te quejes Luisito.
-          Pues entonces todos de acuerdo, ¿no? A todos nos gustan nuestros papeles, y ellas lo harán genial
-          Está bien, Amanda, que lo demuestren.
-          ¿Que qué?
-          Sí, sí, Víctor tiene razón; Chicas, mañana traed preparado algo y nos lo mostráis, ¿de acuerdo?
-          Sí, claro – Contestó Tati
-          Está bien – dijo aun dudosa Paula.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Ahora me toca leerte a mí, soy todo... ojos, supongo:

Lo más leído