martes, 29 de abril de 2014

Sin editar - varios

Hoy algo me oprime el pecho
eso que llaman culpabilidad,
no es por algo que haya hecho,
sino por lo que no ceso de pensar.

--------------------------------------------

Me cegaron por un momento,
no sé a qué venía a cuento,
pero si algo puede ser cierto,
es que cambió mi vida por completo.

----------------------------------------------

No dejo de imaginarme
si estará pensando en mi,
si sabrá que pienso en ella
sin ningún motivo o fin,
simplemente la recuerdo,
sin intencionalidad alguna,
y pienso en cómo sabrán sus besos...
De verdad, con esta chica,
de babas creo una laguna.

_____________________________________________________________________


Pues estos son unos poemas, rimas o como queráis llamarlos que se me han ocurrido hoy escribiendo a lo tonto y he pensado que igual os gustaban...

sábado, 26 de abril de 2014

Sin editar - me gusto cursi

Me gusto cursi

Dicen que el amor no puede contarse,
que el corazón no entiende de apariencias.
Dicen que no hay razones para amar a alguien...
¡Chorradas!
Yo tuve mil razones para estar contigo,
mil gilipolleces de ti que me encantaban,
y que más tarde me sacaban de quicio...
¡Millones!
Y no dirán que estoy loca, aunque lo piensen,
ni me abrirán los ojos a tus defectos.
Viviré, pues, enamorada, disfrutando del momento.
¡Cursi!
Y seguiré siendo así por los siglos,
seguiré siendo cursi porque me encanta,
y me seguirá gustando porque así es la vida.
¡Mi vida!
Porque sí, lo admito, soy cursi y me encanta,
lo admito, vivo continuamente enamorada,
lo admito, soy feliz siento rara.

Por la Visibilidad Lésbica 2014

http://vimeo.com/92931752

Desde la FELGTB han publicado este vídeo para promover la visibilidad del colectivo LGTB+ (lo que viene a ser cualquier orientación sexual) centrándose en las lesbianas porque hoy es el día de la lesbofobia.
Espero que os guste, compartidlo por ahí y que paséis un buen día. =)
Bss

miércoles, 23 de abril de 2014

explicación

Bueno, esto es una explicación a la última entrada ("sin editar")

Ya os dije que estoy de exámenes y estaré muy liada hasta finales de mayo, pero esta mañana me he puesto a pensar en esta pequeña historia y he pensado regalárosla según ha venido a mi mente.

El título de sin editar, es porque quizá suba más historias que se me vayan ocurriendo, unas más cortas, otras más largas, sin criterio ni razón. Simplemente es enseñaros un pequeño apartado de mi mente, que está siempre creando pequeñas historietas que no quiero variar a la hora de escribirlas, para que sigan siendo tan especiales como lo son en mi mente.

Puede que no tenga mucho sentido para vosotros, pero espero que os gusten estas historias directamente desde mi imaginación y sin ninguna edición después de escribirlas =)

Nos vemos, besos

Sin editar - casa de muñecas

Una casa de muñecas siempre es algo más que una casa de muñecas.

Desde el primer momento en que entró en casa aquel paquete, supe que cambiaría nuestras vidas. Ana llevaba el regalo con tanto mimo que su entrada en el salón fue mágica, a cámara lenta y con un gran juego de luces, o así lo vi yo.

Llevábamos tantos años leyendo aquella súplica en la carta y sin poder hacer realidad su sueño, que sabíamos que o lo solucionábamos rápido o la perderíamos para siempre... Y nada puede compararse a la felicidad que sentimos al entrar en la tienda, coger su sueño y llevarlo a casa, a la espera de su reacción.

El momento había llegado, sus pequeñas manos abrían con cuidado aquel paquete, rebelando el contenido poco a poco. Una vez liberado de esa capa protectora, la luminosidad que acompaña a los sueños hechos realidad, se apoderó de la caja e iluminó toda la sala. Ojalá pudierais haber visto su carita, ya de por sí feliz y dulce, iluminada y con ese brillo especial en sus ojos. Es difícil de describir el sentimiento de amor, cariño y alegría que me embriagó en aquel momento. La vi levantarse, abrazarme y, sin decir una palabra más, sacar de su envase la casa de muñecas, con una suavidad y un cuidado dignos de una reliquia del sigo VI a.C que representara el más importante hallazgo de la humanidad.

Su madre se acercó a mi y me abrazó por la espalda, me susurró al oído que me quería, que era feliz, que tener una hija conmigo era lo mejor que había hecho en la vida. Yo no pude más que darle la razón. Ana lo era todo para esta pequeña familia, no teníamos mucho dinero, pero nos esforzábamos en darle lo mejor. Ana iba al colegio, leía, jugaba, cantaba, soñaba... Era una niña normal y corriente, una pequeña que acababa de cumplir los diez años y que lo único que pedía en la carta a los reyes era una casa de muñecas.
Ni su madre ni yo entendíamos porqué era tan importante aquella casa en la que se había fijado al pasar por la tienda del barrio, pero era lo único que nos había pedido como regalo desde que teníamos memoria, así que claro que entramos en ese mismo momento a preguntar, pero el precio la hacía totalmente inaccesible.
Le ofrecimos construirle una o comprar otra más barata, pero Ana siempre contestaba que prefería esperar hasta que pudiera conseguir esa. Así que decidimos empezar a ahorrar poco a poco.
Fue difícil, pero lo conseguimos, y nunca me arrepentiré del esfuerzo que hicimos para que esa casa de muñecas llegara a nuestras vidas.

¿Que por qué? Bueno, todo empezó un 20 de abril de 2004.
Ana estaba, como siempre desde que se la regalamos, jugando con su casita de muñecas.
Nunca entendimos qué hacía tanto tiempo con aquellos muñecos en las pequeñas habitaciones, y nunca oímos sus diálogos porque Ana decía que era secreto y sólo hablaban si estaban solos. Nunca... hasta ese momento, en que se acercó a nosotras y nos dijo:

- Mamás, ya soy grande y sé que la vida no es fácil, pero quiero enseñaros un sitio donde todo sale bien... venid

Lorena y yo nos miramos sin entender nada y la seguimos a su habitación.

- Sentaros, porfa.

Delante de nuestro atónitos ojos, nuestro más maravilloso tesoro representó con un par de muñecos y en su casita de muñecas la historia de nuestras vidas, más o menos.

Lore y yo no queríamos tener hijos de "forma natural" que se suele decir, ya que siempre habíamos admirado el tema de la adopción. El hacer feliz a una personita que lo ha pasado mal en la vida, una persona que te necesita y que te va a querer como nadie... No sé, siempre había sido nuestro objetivo, así que sí, Ana es adoptada, y nunca se lo habíamos negado.
Le habíamos dicho cómo había llegado a nuestras vidas con 2 años después de que su madre biológica tuviera un accidente de coche (por lo que nos habían dicho, su padre había fallecido también hacía años). También sabía Ana que la adopción no fue fácil, que había mucha gente deseando adoptar y que una pareja como nosotras tenía muy pocas posibilidades: Lore acabando los estudios, yo tabajando en una pequeña compañía de teatro que nos daba lo justo para pagar la casa y la comida, prácticamente nuevas en la ciudad y, tal vez, demasiado jóvenes para hacernos cargo de un hijo...
Pero también le contamos cómo habíamos luchado, que habíamos dado nuestras razones y habíamos demostrado que podíamos cuidar de ella, que habíamos sopesado todos los posibles problemas y que estábamos totalmente seguras de poder encargarnos de ofrecerle una familia y una vida feliz. Tardamos casi un año en conseguir todos los papeles, pero al final conseguimos adoptar a ese pequeño trocito de cielo que tanto nos asombraba día a día.

La razón por la que os cuento esto es que Ana lo representó con tanto mimo, con tanto detalle, con tanto amor... que nos hizo parecer heroínas.
Su representación de la adopción nos daba su punto de vista, nos acercaba a lo que ella había vivido en el orfanato. Nos estaba abriendo su corazón más de lo que jamás pensé que se pudiera.

Vimos sus largas noches de espera, mirando por la ventana, hasta que Lore y yo íbamos a verla al orfanato. Sacó, de un cajón de la falsa mesa de la casa de muñecas, un librito rojo que ella había usado de calendario, marcando con un trazo cada día que pasaba hasta que volvíamos a vernos, nos habló de la soledad del orfanato y del calor que le transmitían nuestras visitas...
Hacía rato que estaba llorando de emoción, cuando sacó su antiguo peluche Pafy, el primer peluche que Lore le había regalado y que era la versión 3D de un dibujo que nos había hecho Ana el primer día que la vimos.

Era increíble lo bien que recordaba cada detalle, cada regalo, beso, abrazo... que le habíamos dado antes de traerla a casa.

Pero la representación no acabó ahí, Ana siguió representando la vida que le habíamos ofrecido una vez la habíamos adoptado.

Cada viaje, cada día en el parque, cada pequeño regalo que le habíamos dado esperando hacerla feliz, verla sonreír (pese a que no teníamos nada que ofrecerle salvo nuestro amor y apoyo); todo, nos lo agradeció en esa representación diciéndonos con el muñeco que la representaba a ella, todo lo que no pudo decirnos en su día por ser muy pequeña.

- Tengo que saltarme unos años, si no sería muy largo - nos decía con una cara de felicidad inmensamente contagiosa

Lore y yo mirábamos la representación entre lágrimas y suspiros, abrazándonos felices, sintiendo que lo habíamos hecho bien.

La casa se cerró y Ana dio por finalizada la actuación cuando los tres muñecos; Lore, Ana y yo; se fueron a dormir después de un día en familia y una noche de películas Disney, y la muñeca Ana daba las gracias, literalmente, a todos los dioses conocidos, a la vida, a las estrellas y a todo lo que ha hecho posible que hoy esté al lado de las mejores madres del mundo.

Vino hacia nosotras y, antes de que pudiera decir nada ninguna de las tres, nos fundimos en un abrazo que duró varios minutos.

Después Ana dijo:

- Los mayores dicen que la vida no es fácil, pero ¿no os parece que hemos tenido una vida chachi?

A lo que respondimos:

- Sí, cariño, gracias a ti, hemos tenido la mejor vida del mundo
- Porque la compartimos con la mejor hija del mundo.

Y en ese momento, entendí por qué Ana había querido tanto esa casita, era una representación bastante exacta del teatro abandonado donde habíamos actuado Ana y yo juntas cuando ella me había dicho que ese era su mayor sueño; ser actriz, como mamá.

- Ana, mi niña, ¿por qué escogiste esta casita y no otra?
- Porque aquí - señaló un punto en el patio de la casa - fue donde actué con la mejor actriz que conozco hace unos... 5 años.
- ¿Aún te acuerdas de eso? Sandra, ¿tú habías reconocido el teatro?
- Pues lo he reconocido cuando ha acabado la función. Tenemos una hija muy inteligente, mucha más que sus madres.

- Jo, mamás, que me da vergüenza...

Y ahí quedó esa preciosa estampa, Lore y yo, Sandra, abrazadas a nuestra pequeña hija en mitad de la habitación de nuestra casa y sabiendo que, pese a lo que pudieran pensar los demás en su día, habíamos conseguido nuestro sueño.

...

Pero no acaba aquí, esa casa nos ha traído mucha suerte en la vida, pero esa quizá sea otra historia...

sábado, 19 de abril de 2014

Noticia pequeñaja

Me está gustando cómo va últimamente este blog y parece que sí lo estáis leyendo (Muchas gracias), pero siento deciros que estaré sin subir cosillas un tiempo, porque estaré de exámenes todo mayo, así que lo siento mucho :(
volveré cuando pueda y espero que no se os haga muy dura la espera xD

Un besazo, pasadlo bien y esas cosas.
Hasta después de mayo!! 

viernes, 18 de abril de 2014

¿Poema? - te extraño


Te extraño

Parece ridículo 
que extrañe momentos
que ni siquiera han pasado,
que extrañe tus besos,
caricias y abrazos,
que extrañe tu risa
y hasta tus enfados.
Por eso resumo,
tal vez demasiado,
y lo dejo todo
en un simple
te extraño.

jueves, 17 de abril de 2014

Especial 100 entradas

Bueno, este es un pequeño mensaje de agradecimiento y de felicidad, porque nunca pensé que llegaría a las 100 entradas. Todos dijeron que no continuaría con el blog y me cansaría de irlo actualizando cada poco, pero aquí está la prueba de que no es así. Me está sirviendo para lo que yo quería, que era escribir más en prosa, compartir las locas ideas de mi mente y sentirme un poco artista al escribirlas sabiendo que alguien las leerá, así que espero que os guste tanto como a mí.

Ahora os voy a improvisar un pequeño poema y algo en prosa para juntar un poco de cada; lo que salga:



Soy un miedica, un soñador
Soy un cobarde.
Estoy hecho de cartón
y el suelo arde
Soy un iluso, un soñador
Quise ser alguien.
Hoy soy poeta, malogrado
Y ya sin arte
Pero
Todos tenemos
una versión mejor
De nosotros mismos
Un yo oculto que está lleno
De optimismo.
¿Nacer, crecer, morir?
Le faltan verbos,
Pues ¿no es cierto que aprendemos?
desde el minuto cero.
También enseñamos,
Aportamos algo al mundo,
Hacemos muchas cosas
Aunque corriendo que es gerundio
y el mundo es un segundo
Acabo en esta estrofa
Y os dejo que penséis,
Si os ha gustado mucho,
Os ruego comentéis.

Salí un día de la escuela dispuesta a todo, nada tenía sentido, quise acabar, dejar atrás al mundo, darme por vencida. Llegué a casa, busqué refugio en un blog que frecuentaba y sonreí, como no había hecho en todo el día, sonreí porque ese blog me transmitía alegría, energía suficiente para afrontar la vida. En ese momento supe que quería causar el mismo efecto en la gente, me dijeron que era imposible pero me volví momentáneamente teniente. No escuché al que quiso frenarme y seguí para adelante, escribiendo, rimando, viviendo y soñando. Leyendo mucho para coger ideas, escribiendo a todas horas, en clase, entre sueños, en comidas, excursiones y horas muertas. Mi pasión era la rima, mi cuaderno quedó lleno de pareados. Conocí en clase la métrica y quedé prendada, probé a hacer sonetos, cuartetos y redondillas y sonreí satisfecha al ver que me salían. Desde entonces creo haber mejorado, ahora escribo siempre, ya nada hace que frene, sigo leyendo las historias que escribí en mis comienzos y sonrío, porque gracias a ellas sigo aquí y aquí puedo ser feliz. Sigo viva gracias a la rima, y seguiré rimando hasta el fin de mis días. Mas conocí la prosa y la abracé como a una hermana, pues me ha llevado muy lejos, ha resuelto mis dudas, ha compartido mis sueños y ahora somos sólo una. Esta es mi historia, el por qué empecé a escribir, la razón de crear este blog para volver a reír.

Espero que os haya gustado, seguiré por aquí subiendo historias y demás mientras los estudios me lo permitan. Pasadlo muy bien y disfrutad de la vida.

martes, 15 de abril de 2014

La mente lo sabe - cap. 4


LA MENTE LO SABE
Una niña pequeña puede crecer, un árbol dar fruto, un animal morir, pero todos tienen una historia que contar, una vida (corta o larga) que narrar antes de viajar a otro mundo. Mónica contará su historia y nos introducirá al mundo de la belleza, a la destreza total de lo natural y a los secretos de la mente. Bajo la mirada y la protección de Shrilka, Mónica luchará por un motivo justo: volver a casa.


Capítulo 4 – Puedo explicarlo…

A penas habían empezado aquel viaje cuando maestra y dragón frenaron la transición y mandaron a Mónica actuar con normalidad. Como si fuera tan fácil, pierdo la comunicación mental con Shrilka, Sharick desaparece ¿y yo tengo que actuar normal? Pero, ¿por qué? ¿Qué está pasando? Shrilka, ayuda, ¿qué pasa?

La respuesta a su pregunta no formulada llegó doblando la esquina; una chica de su clase había abierto la puerta de la sala y estaba parada en la puerta como si hubiera visto un fantasma. 

-         Shrilka, ¿cuándo ha llegado? ¿qué ha visto? ¿qué hago?
-         Ha visto el destello cuando íbamos a cruzar a mi mundo, pequeña, tienes que explicarte y rápido, así que será mejor que te inventes algo convincente antes de que ella empiece a hacer suposiciones.
-         ¿y qué se supone que tengo que decirle? ¿Cómo explico un destello de luz cegadora proveniente de ninguna parte que comunica a una Maestra del Kia y a su discípula con el mundo de un gran dragón….?
-         Nada de excusas, peque, es imposible que ninguno de los dos le digamos nada, eres la única con un aspecto y una voz normal.
-         ¿y qué hay de ti? Tu parecías normal
-    No, te lo parezco a ti, pero mi hechizo solo funciona contigo, para el resto tengo mi aspecto natural…
-         ¿cómo es tu aspecto normal? – el miedo ya se había apoderado de Mónica y la confesión de Sharick acababa de empeorar aún más las cosas, sin saber lo que la chica había visto no sabía cómo salir del paso, ¿qué excusa podía dar para algo que no sabía lo que era?
-         Digamos que… no parezco exactamente humana.
-         ¿Humana? Mónica, no puedes ni imaginarlo, será mejor que no des datos… no sé, pero contesta ya.

Aunque parecían varios minutos, solo habían pasado un par de segundos (es lo bueno de la telequinesis, es terriblemente veloz).

-         ¿Mónica?
-         Espera, ¿me conoces? ¿Eres…?
-         Soy Ana, ¿qué haces aquí?
-         ¿Ana? ¿Ana López?
-         La misma, ¿te acuerdas de mí?
-      Claro, fuiste mi compañera los primeros años de escuela hasta que te fuiste a la gran ciudad, ¿qué haces aquí?
-       Bueno, me llamó el director, dicen que estás muy rara y que yo era la única que conseguía saber lo que te pasaba.
-         ¿Y qué crees que me pasa? Si soy la misma de siempre
-         ¿La misma de siempre? Pero si estabas brillando cuando he entrado
-         Puedo explicarlo
-         Adelante entonces
-         Mónica, ¿qué haces? ¿Quién es Ana, qué quiere y qué coño piensas explicarle?
-      Shrilka, no es momento de reñirme, además, no digas tacos que luego me los pegas y haces entrenar el doble como castigo.
-    Chicos, dejad de discutir y libraos de esa chica, porque si no me libro yo de ella y no creo que os vaya a hacer mucha gracia lo que se me está ocurriendo.

La verdad es que Sharick tenía razón, Shrilka también, ¿qué iba a decirle a Ana? Solía contárselo todo, pero no iba a creerle si le hablaba de dragones y viajes a otros mundos mediante la magia… 

-     ¡Callaros! Sé que sois superiores pero ya me echáis la bronca luego, ahora dejadme a mí.
-     Mira, Mónica, sé que estás cabreada, pero sabes que le importas a más gente de la que piensas, entre ellas a los profesores de este ruinoso centro y a mí, claro. ¿No vas a contármelo? ¿Ni si quiera a mí?
-         Ana, no te enfades, no es que no quiera contártelo, es que no hay nada que contar.
-         ¿Y esa luz? ¿Piensas hacerme creer que no he visto lo que he visto?
-         A ver, habrás visto el reflejo del cristal con la luz de mi linterna, ya sabes que siempre me gustaron los inventos, estaba practicando, nada más.
-         ¿Pretendes que me crea eso?
-         ¿Cuándo te he mentido yo, Ana?
-         Nunca, que yo sepa, pero ¿yo qué sé? Hace mucho que no te veo
-         Pues no he cambiado, “mami”
-         Lo que tú digas. – Mónica asintió con la cabeza, conocía a su amiga y sabía que no se había creído del todo la historia, pero que la dejaría en paz, por lo menos un par de horas. – Vámonos entonces. Tendrás cosas que contarme, ¿no?
-         No demasiado, ¿la verdad? Pero vamos, seguro que tú sí, debes estarlo deseando.
-   Vale, has salido del paso, ahora vete, nosotros avisaremos a Los Adultos y posponemos nuestra reunión para mañana, pero líbrate de ella.
-         Gracias, grandullón, me encanta tu apoyo…

Mónica se fue con Ana y hablaron durante todo el día de todo lo que había pasado en aquel lugar mientras Ana estaba fuera y Ana contó lo que había estado haciendo ella en la ciudad, en su facultad de medicina.

Ana quedó tranquila y terminaron despidiéndose bajo la promesa de que se cuidarían y de que seguirían en contacto como les fuera posible. Pocos humanos comprendían a Mónica, pero Ana era uno de ellos. En realidad la única, no sabían muy bien por qué, pero siempre se habían llevado bien, las cosas eran muy fáciles entre ellas. Nunca había mentido a Ana, ojalá Shrilka me dejara contárselo todo.

Pese a estar un poco enfadada con Shrilka y Sharick por no dejar que le contara la verdad a su amiga, Mónica no podía decir nada, ese día iban a conocer a Los Adultos y todo tenía que salir bien.


[Ese mismo día, a las 20:00]

-         Está bien, si ya se ha ido tu amiguita, tenemos que hablar con los grandes de verdad.
-         La pedante maestrucha tiene razón, aunque pierda totalmente las formas.
-         Vámonos entonces

De nuevo la luz, de nuevo la sensación de mareo y justo cuando estaban a punto de salir… 

-         ¿En serio? ¿Qué pasa ahora?
-         Mónica, enana, esta vez sí que me encargo yo…
-         ¿Quién está ahí?
-         ¿Mónica? ¿Has acabado ya con la sala?
-         Eh… Bueno, la verdad es que me gustaría tenerla una ratillo más, profesor, ¿la necesita para algo?
-         No, pero como normalmente acabas a las seis y ya han pasado dos horas más… pensé que pasaba algo
-         No pasa nada, de verdad, todo está bien, solo necesito la sala unos minutos más.
-         Vale… - Justo cuando parecía que se iba a ir, se dio la vuelta de nuevo y añadió – solo una cosa más, ¿qué era esa luz blanca?
-         Otra vez… ¿qué pasa en este instituto?
-         Sharick, calla, por favor…
-         Profesor, puedo explicarlo

Pasó tantas veces que me voy a limitar a contaros las excusas:

Al profesor: - Puedo explicarlo, se trata de la ampliación de la luz del exterior en una superficie reflectante…

Al director: - Puedo explicarlo, es un proyecto de ciencias

A un grupo de alumnas: - Puedo explicarlo, es cosa de mayores

A unos chicos: - Puedo explicarlo, es para un vídeo de YouTube

A la profesora de gimnasia: - Puedo explicarlo, intento mejorar mi resistencia al…

Pero al final siempre acababa igual, la persona se iba y al volver a intentarlo otro aparecía, Mónica daba lo que parecía ser una explicación convincente y vuelta a empezar.

-         Bueno, ya no queda más gente en todo el pueblo, es imposible que entre alguien más.
-         ¿Último intento?
-         Vamos allá

Pero esta vez ni siquiera apareció la luz, todas las personas que habían ido interrumpiendo durante toda la tarde, aparecieron juntas a la puerta mirando fijamente a Mónica; sin hablar, sin moverse… Le estaban poniendo los pelos de punta.

-         ¿Shrilka, qué pasa?
-         No lo sé, nunca había visto algo así
-         Pues si el alado no lo ha visto, yo menos.
-         Pues vamos bien, ¿qué hago?
-         ¿Saludar?

Mónica se fijó bien en el grupo, no sabía lo que pasaba, pero veía algo raro en ellos, llevaba demasiado tiempo tratando con ellos y tenía una memoria lo suficientemente precisa como para distinguir que algo pasaba, no eran ellos, eso lo tenía claro, pero ¿Quiénes eran? ¿Y por qué adquirían la forma de sus amigos y conocidos?

La supuesta Ana habló la primera, dando un paso al frente, alzó la voz y pronunció estas palabras:

-         La magia ha de ser concebida bajo la atenta mirada del que no mira, bajo el tacto del manco y la suave melodía del grito de un mudo. La energía del Kia será traspasada, de un mundo cordial al que no siente, del mundo impertérrito al impuro, de un maestro a su aprendiz, por el paso de los siglos mejorado y bajo el frío de la verdad acunado en las montañas de Mundo Cierto.

A coro, contestaron los demás con algunas palabras incomprensibles para Mónica: Shril’mahana, täuto de stókna, shohâna, Röushzà

Tras las cuales, dragón, maestra y aprendiz se encontraron nuevamente en las montañas nevadas donde se conocieron Sharick y Mónica por vez primera.

-         Es la hora

Lo más leído